“Gracias a la Casa Refugio recuperé mi voz, mi fuerza y la seguridad de que no estoy sola. Alivera me salvó la vida.”

“Participar en los talleres de formación cambió mi forma de ver el futuro. Ahora tengo un oficio, metas y confianza en mí mismo.”

“Aquí encontré más que atención médica; encontré compañía, alegría y un lugar donde me siento valorada, no solo se curan enfermedades, también se alivian soledades, se cultivan sonrisas.”

“La Fundación Alivera ha sido un aliado en nuestra lucha por el reconocimiento, el respeto y la defensa de nuestro territorio.”

“Gracias a su apoyo, hoy trabajo y soy independiente. En Alivera creyeron en mí cuando muchos no lo hicieron.”